lunes, 24 de septiembre de 2007

Cantor del Mar


Quien es el cantor del mar?

Bueno, es mi gran amigo, el taganguero, Alfredo Tejeda, nacido por allá en una época donde todavía, ese bello pueblo, era sólo para nativos y visitantes soñadores, su niñez transcurrió acompañado de toda esa influencia hippie, época de “hacer el amor y no la guerra”, donde la utopía todavía estaba presente en la mente de los artistas. Taganga en esa época, era visitada por muchos seres ilusos que validaban su existencia en hacer arte para sublimar el espíritu humano, apenas estaba incipiente esa ridícula idea, de vender el “arte”, de hacerlo algo para aumentar cuentas bancarias.

Muy joven comenzó a darle a la guitarra, porque su melodiosa voz ya la tenia de nacimiento, así que se metió desde joven a aprender a tocar la guitarra. A los 21 años se va a Cali, ahí empieza a desarrollar su música, ella en la distancia de su tierra, surge y se convierte en su gran compañera, esa música era su mar, los pescadores, los cayucos, la sierra nevada, sus amigos, su familia, todo eso estaba a su lado conjugado en su música.

En Cali toco en sitios grandes, grandes por la gente que ha tocado en ellos, en el Centro Cultural Taberna Show Tierra Mestiza, en ese sitio ha tocado Silvio Rodríguez, Pablo Milanes, Piero, Inti Illimani, Oscar Huerta, Santiago Feliu, entre otros. También tocó en otras ciudades como Pereira, Popayán, Santander de Quilichao, donde durante dos años aprendió y tocó música andina, igualmente en Cali, toco en el Lleras Camargo en la Tocata Cubana, evento que se realizo para conseguir regalos para los niños cubanos.

Sus trabajos discográficos, dos hasta ahora, van desde la trova, los aires andinos, la fusión, la música caribeña, la bossanova, hasta el vallenato, el primero de ellos, “A Guitarra Limpia”, fue editado en 1999 en la ciudad de Cali, fue una compilación de éxitos de Pedro Luís Ferrer, Vicente Feliu, Atahualpa Yupanqui, entre otros, este fue grabado gracias a la colaboración, la inmensa colaboración, de Oscar Huerta.

Su segundo trabajo, Boceto, fue editado en el año 2006 y contiene los temas, Tu Dulce Abismo, Fantasmas, Episodio, Frente al Mar, Anda Pa´l Carajo, En el Carnaval, Amor de Abril y Gracias Amor, en este último se conjugan los aires andinos con todo el calor del caribe. En esta producción se sienten las olas del mar, la brisa acariciando el rostro viendo un atardecer en las playas tagangueras, suena a caribe, a palmera, es una fusión de muchos ritmos, pero todos con ese sabor inconfundible del caribe.

Ya Alfredo, esta trabajando en su tercera producción, que aspira a sacar a finales de este año o a principios del otro.

Una de las características de la música de Alfredo, es esa historia que se esconde trás sus letras, son historias vividas, no es la canción que se escribe pensando desde un escritorio, no, es la canción que se escribe viviéndola, sintiéndola, y pensándola obviamente, son letras que se meten al alma, y ni que decir de los sonidos de la guitarra, de Gaía, esa fiel acompañante con la que comparte sus alegrías y tristezas, y que sus amigos también queremos.

Para contactar a Alfredo se puede hacer por medio de cantordelmar@yahoo.es o iditaganga69@hotmail.com

sábado, 22 de septiembre de 2007

Ramón Illán Bacca, otro samario kalidad

Ramón Illán Bacca
Ramón Virgilio Bacca Linares, mejor conocido como Ramón Illán Bacca, nació en Santa Marta en 1938. Estudió en el Seminario de esta ciudad y es Bachiller del Liceo Celedón. Es Abogado de la Universidad Libre y fue Abogado de Baldíos en el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (INCORA). Desempeñó los cargos de Juez Municipal en Fonseca, El Piñón y Remolino y de Secretario Privado del Gobernador del Departamento del Magdalena. En el ejercicio profesional independiente ha sido abogado litigante. En la actualidad es profesor de la Universidad del Norte.

Ramón Illán Bacca, uno de los mejores exponentes de la literatura costeña contemporánea, fue escogido como el escritor invitado del Programa Leer el Caribe de 2004, que organizan en Cartagena el Banco de la República, la Universidad de Cartagena, el Observatorio del Caribe Colombiano, la Secretaría Distrital de Educación y la red de profesores de castellano de Cartagena.

Ha recibido los siguientes galardones literarios: Primer Premio III Concurso de Cuento del Instituto de Cultura del Magdalena (1979); Primer Premio Concurso de Cuento Regional Diario del Caribe (1981); Primer Premio Tercer Concurso Nacional de Novela Cámara de Comercio de Medellín (1995); Premio Simón Bolívar de Periodismo Cultural (2004).

Poesía de Gregorio Castañeda Aragón

Canción para el Niño que Nació en el Mar
No cierren la puerta,
que abierta ha de estar.
Dejen que entre el aire,
déjenlo pasar.
Dejen que entre el agua,
déjenla llegar.
Te daré una estrella,
la estrella polar.
Y nieve de espuma
con sol y con sal.
Con sal de las olas,
con sol de la mar.

Cuando iba el velero
mar adentro allá...
entre cielo y agua
te parió mamá.
Se puso en las cuerdas
el viento a cantar.
Tu padre en las redes
te meció al pescar.
Grumete, primero,
luego capitán,
tendrás un balandro
para ir por la mar.

Quiero que te duermas,
que hay que madrugar
a ver las gaviotas
volando volar.
A darles su almuerzo
de migas de pan.
Rosa de los vientos,
oro de fanal,
buen marinerito,
lobezno de mar,
que comes arenques
y atún sin ahumar.

Cuando grande seas,
que un día serás,
te irás -quién lo duda!-
solito a viajar,
y mamá la vieja
se pondrá a cantar,
a cantar canciones
que tú ya no oirás,
con nieve de espuma,
con sol y con sal
con sal de las olas,
con sol de la mar...

EL POETA DEL MAR

Gregorio Castañeda Aragón (1886 - 1960)
Nació en Ciénaga, Magdalena, cuando el río Córdoba era de aguas cristalinas y se deleitaba lamiendo los flancos ondulados del poblado, sembrando de trinos las distancias, con su mar azul, de blancas carcajadas que con el ir y venir de sus olas tejía finos y delicados encajes en la arena de la playa, aromada por el sol, apto para iluminar un cuadro de Sorolla, donde las aves triscaban y soñaban lejanías, con la laguna que por un lado la circunda, poblada para entonces de verdes mangles, bajo cuyos follajes anidaban las garzas y gaviotas y se reproducían en la maraña de sus raíces los peces; con sus lentos y fascinantes atardeceres, con sus casas de madera y adobe, de grandes patios y amplios ventanales; con sus jardines encantados, sembrados de rosales, heliotropos, jazmines y azucenas, donde las mariposas revoloteaban y los pájaros cantaban alegremente en cada amanecer. Este medio geográfico puso al alcance de la emoción de Gregorio Castañeda Aragón la sutil musicalidad en su poesía como una forma de sentir y ver el mundo, de influir en la marcha de los acontecimientos, de platicar y de invocar el viejo y siempre nuevo espectáculo del mar. De ahí el aserto al llamársele “El poeta del mar”, pues Gregorio Castañeda Aragón constituye en el Caribe colombiano el primer poeta con acento marino, aunque hay que señalar que ya antes el cartagenero Manuel María Madiedo (1815-1888) había mostrado una visión de su nativo mar Caribe en unas espléndidas octavas a las que intituló El mar.

Gregorio Castañeda Aragón es creador de una poesía de lo marino y lo litoral, como también de lo ultramarino, de los viajeros y portuario. Fueron siete de los poemarios que en vida publicó Castañeda Aragón. A saber: Máscaras de bronce (1916); Campanas de gloria (1919); Rincones de mar (1925); Faro (1931); Canciones del litoral (1939); Mástiles al sol (1940) e Islas flotantes (1959)..."

El poeta, era en los años treinta y cuarenta, una figura destacada de la vida intelectual del país. Pertenecía a una generación intermedia entre el modernismo y la vanguardia, habiéndose dado a conocer hacia 1910, en especial por medio de sus publicaciones en la importante revista prevanguardista Voces, que animaba en Barranquilla el catalán Ramón Vinyes. A lo largo de los años, Castañeda Aragón viajó por Europa y América.

Al principio de los años cuarenta, representaba a Colombia en Ciudad de Guatemala, desde donde enviaba con regularidad sus colaboraciones al suplemento literario de El Tiempo de Bogotá. En Ciudad de Guatemala, donde mantenía una intensa actividad intelectual, editando una revista cultural y literaria que allí había fundado, tuvo la oportunidad de conversar con Pablo Neruda, entonces cónsul general de Chile en México, quien efectuaba una visita privada en el país vecino.